Thursday, July 21

¡¡Vendo vendo!!

En 700 m de caminata capitalina, encontré ilimitadas posibilidades de vender lo que sea... (no es igualmente proporcional a las compras creo yo):

1-Una esquina con "mesa" improvisada para vender aguacates al borde del caño, con los pies en media calle, esquivando las embestidas de los buses y carros.
2- Otra esquina con patentes municipales, ofreciendo galletas, refrescos, pipas, y alguna que otra cosa más.
3- Otra esquina con empanadas, panes y budines, herméticamente cerrados en caja de cartón.. absolutamente libre de moscas y gases.
3- 100 metros de vendedores "a lo chancho chingo", haciéndole a todo: estuches para celular, manos libres, cadenas y pulseras de semillas, coco y etcs, juguetes de 2 a 3 usos, gorros, medias, chocolates. Todos ellos embelleciendo la ciudad, y alegrándo el paso de los peatones; disponiendo de la acera para "lanzar" sus creativos productos en medio boulevar.
4- Chances, lotería, y raspaditas.
5- El típico pedigüeño, que vende "satisfacción por ayudar" a cambio de un par de moneditas.
6- Un maromero o similar.
7- El tipo con su acordeón, sentado bajo un techito vendiendo buena música a los transeúntes.

En fin... ¿qué tanto puede estar dispuesta la gente a vender? ¿cuántas chucherías inútiles puede crear el "ingenio" humano? ¿cuánta gente compra de verdad todo eso?

4 Comments:

Blogger analu said...

diay mae, lo compran la suficiente cantidad de polos como para que a los maes les siga siendo rentable vender desde la tiza china anti cucarachas hasta la última playbol disponible.

A mí me gustan los puestitos de frutas... son bien útiles a veces (mi estómago indudablemente es a prueba de todo :P) pero vuelvo a lo mismo, esos que están UNO SOLO en cada cuadra, de los plateaditos que la Muni ha ido poniendo, bien ordenaditos y aseaditos, creo que es parte del folclor y la personalidad latina y no está bien tampoco intentar arrancar de raíz algunas cosas... pero todo con orden POR FAVOR!

Si de mí dependiera, diseñaría hermosos kioscos para poner en ciertos lugares de la capital, y de ese modo, que siga existiendo esta practica un poquito más informal, pero sin afear, ensuciar y estorbar del modo en que lo hace hoy en día.

8:14 AM  
Blogger Jules said...

Te olvidaste mencionar las y los que venden el cuerpo, o la ilusión del amor y deseo en tantas esquinas de la capital.

Soy pro chinamos. Como dice analú: unos kioskos bien limpios y organizados son una grandísima salvada. En las mañanitas paso y le compro a Carla el pan casero a 100 colones de una cajita de cartón frente a cachos del bulevar. Ayer también colaboré con un vendedor informal cuando compré como 4 kilos de manga a 1000 colones en un semáforo. Y bajándome del bus Pavas en la Coca Cola he pasado a comprar el diario en alguno d los 3 mercados por los que paso.

Mejor entregarle mis 100 colones directamente al campesino que llega a vender su culantro que pagarle a Mas por Menos.

8:45 AM  
Blogger K@ren_cr said...

Debo admitir, que me da una pareza especial pasar por la Avenida Central. La gente estorba, siempre hay tumultos, te gritan en la oreja, te siguen 100 mtrs con insistencia, te dan papelitos basura que a lo largo del camino miras siempre, desde el piso...

Definitivamente, tanto chunchero y tanta gente no es lo favorito. Pero ingenio para ver que te venden, y como lo venden, eso! eso es lo que la gente ha comprado...

Los centros comerciales, son más caros (punto bajo), más cómodos y mil veces más bonitos.

10:41 AM  
Blogger J.S. said...

Faltan los vendedores de anteojos y otras chucherías que transportan toda la mercadería en una lámina de estereofón.

"Lleve lleve la mantequilla en cáscara!"

"Sano sano y sin gusano!"

10:49 AM  

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