Monday, September 12

El estudio

Hace unos días conversaba con un buen amigo, y disertábamos acerca del estudio y las oportunidades de triunfo.
Ciertamente, los grados académicos alcanzados aumentan el conocimiento (y además se dice que el conocimiento es poder) y nos colocan en mejor posición para ejecutar tareas, labores o roles.
Sin embargo el avanzar en el amasamiento de títulos, no estrictamente nos garantiza éxito en el camino por la vida. A diario, si leemos los clasificados o intentamos aplicar para puestos en compañías, nos vemos sometidos a rigurosos requerimientos de experiencia, títulos universitarios, estudios complementarios, etc. La competitividad es dura, y aún así, el haber estado en recintos de estudio no garantiza que logremos ubicarnos en una buena posición económica o laboral.

Por otro lado, personas emprendedoras, sin mayores estudios (escasamente de colegio) tienen ideas, el empeño o la suerte para iniciar tareas que en un plazo determinado (corto, mediano) les hacen disfrutar su “mina de oro”. Por ejemplo el amigo de fulanito que viajó a la playa, compró una microbús, y se puso a darle servicio de transporte a turistas (“a lo que salga”). Este amigo de fulanito hoy tiene un par de empleados, y sigue luchando en el negocio. Todo indica que va viento en popa.
O bien, el trío de amigos de barrio, que sin mayor esfuerzo montan un negocio de deporte, y en 3 meses por obra del destino (o “visión” de mercado) ya han cubierto los gastos y están obteniendo importantes ganancias. Se alistan para abrir nuevas sucursales.

Se me ocurre pensar entonces: ¿es siempre el estudio la fórmula perfecta para el éxito? ¿es garantía para triunfar en la vida?
Entonces, si es que fuera un sí la respuesta: ¿porqué tantos profesionales se dedican a conducir un taxi, se enlistan en un “call center”, o hacen “bretes” ajenos a la naturaleza de su estudio?

Me doy cuenta entonces, que el estudiar, hace de la persona, un mejor humano, capaz de comprender mejor su entorno, culturalmente más enriquecida. Pero a veces cegados para hacer lo que es necesario para triunfar (el triunfar, claro está, es relativo a las aspiraciones individuales).
Es curioso ver como muchas personas pretenden que las compañías, personas o el mercado les rindan pleitesía, y se lancen a suplicarles por sus servicios, por solamente haber estudiado tal o cual carrera, en “x” o “y” universidad.
Lo cierto es que hace falta aparte de mucho conocimiento (mientras más mejor) determinación, acción y constancia. Claro, que esto es solo una conclusión a la que he llegado. Mis años y esfuerzos actuales no me permiten afirmarlo con mi experiencia particular.
Supongo que el tiempo será el encargado de darme o negarme la razón. Entre tanto, seguiré “quemando pestañas” con algún libro en alguna clase o bien en casa.

2 Comments:

Blogger J.S. said...

Me atrevería a decir que los "estudios universitarios" en general pueden ser pura paja. Cuatro años o más de hacer feo y ver para el ciprés hasta recibir un cartón que diga que uno es apto para algo. Independientemente que se haya esforzado o no, el cartón le da la misma "credibilidad".

En todo caso, estudiar por gusto es gratificante, incluso si no se llegare a utilizar los conocimientos.

2:15 PM  
Blogger analu said...

Apoyo lo que dice JS... estudiar por gusto es sabroso.

Conciente de que un título universitario no me asegura la vida ni es sinónimo de tranquilidad, no estudio para llegar a ganar medio millón de pesos apenas salgo de aquí, pero eso sí... es una meta que me impuse a mí misma años atrás, y la cumpliré...

Es como todo en la vida, creo, un balance de muchas variantes. Estudios, visión, empeño, y hasta un poco de suerte entre muchas cosas.

Saludos

8:09 AM  

Post a Comment

<< Home