Por más que el tico se esfuerce en afirmar que no los soporta, las pruebas demuestran lo contrario: ¡nos encantan los mexicanos!
No sólo por cercanía geográfica es que nos siguen llegando a Costa Rica: música, novelas, productos (bienes y servicios).
RBD, Los Bukis, Big Brother, rancheras, La oreja, Sapri Cola, Otro rollo, Derbez, son apenas una muestra de lo que consumimos.

Nos gustan tanto el mexicano, que ya muchos se “tutean”: ¿Tu cómo estás? ¿Tu dónde fuisteS? ¿Tu qué comisteS?, pedimos en el “karioke” una ranchera pero ni a putas la patriótica costarricense (no se entienda textual), le llenamos el concierto a Belinda, pero al talento tico le damos la espalda (en términos de pópulo), y así habrán mil ejemplos más.
Vale resaltar una única salvedad: aún no han logrado que un tico le vaya a la “tri” del verde, rojo y blanco en un juego eliminatorio para el mundial. Ahí todavía los costarricenses parecen apoyar nuestra nación (pero sólo en eso).



Nota por si algún mexicano me lee: acá manifiesto mi enojo por lo “vende patrias” que somos los ticos. No critico el trabajo artístico o bien de marketing que realicen ustedes. Ya se quisiera que mucho empresario y ciudadano común tuviera tanto arraigo (y fe) a lo propio como lo tienen en su país hermano.