Ideas sueltas acerca de la iglesia
1. Cuando Martín Lutero desemboca con sus acciones en la Reforma de la Iglesia, se manifestaba con respecto a muchas molestias. Algunas de ellas: venta de indulgencias, el hermetismo de los libros sagrados por parte del sacerdocio y el diezmo, entre otras cosas.
Sin entrar mucho en detalle, luego de esto inician las iglesias protestantes, e inician su labor lejos de estos vicios institucionales.
Hoy, mucho tiempo después de la reforma, son las iglesias cristianas las que “venden” la fe. Se paga por poder creer, por tener acceso a esta iluminación espiritual (sin dinero no hay salvación se podría casi derivar). Es decir que este grupo que le resintió a los católicos su “putrefacción” es el mismo que hoy lucra.
2. El catolicismo (creyentes en cristo, pero de naturaleza católica: es decir universal) tiene en su institución un voto de pobreza. Quienes ejercen el sacerdocio viven para servir, y seguir el ejemplo de Cristo. Es decir que son pescadores de almas. Pero luego miro la televisión y veo la Basílica de San Pedro, riquezas artísticas, arquitectónicas, abundancia económica y me pregunto: ¿adónde carajo está la pobreza en un lugar así? O digo: no servirá algo de esa abundancia, si de verdad existiera tal voto, para dar de comer a los “hermanos” (retórica cristiana) africanos, americanos, asiáticos, etc.. que viven en condiciones de extrema pobreza?
3. La iglesia católica desde siempre ha sido una institución para ejercer poder. Antes más que ahora. Pero sin embargo, solapada y a escondidas un poco, sigue moviendo cuerdas. Digo esto porque deja de preocuparse (y dedicarse que es peor) por “alimentar almas” y en vez de esto meter sus narices en asuntos que no le incumben (política por ejemplo). Basta con echar un vistazo a la historia. Las Cruzadas no son ni más ni menos que la manipulación de la institución para llevar a miles de hombres a morir por la cruz, y engrandecer las arcas medievales de la institución (no por nada la Iglesia ha pedido perdón por estas acciones del pasado). En días anteriores la iglesia costarricense le exige a los partidos políticos no politiquear sino presentar planes concretos para las próximas elecciones.
4. La iglesia señala con el dedo los vicios sociales (drogas, sexo, violencia por ejemplo), pero con una doble moral invierte dineros en fábricas nacionales de licores (y lucra con ello).
5. En estas acciones de intromisión la iglesia se cree (que absurdo) con potestad de decidir por la pareja la manera en la cual tener sus hijos, o la manera de no tenerlos. ¡Oh estupidez! Habiendo pobreza, hambre y necesidad, enfermedades, no veo nada más sensato que la planificación (se sugiere castidad, y me permito una carcajada aca: ¡JA!). E incluso se cree en el derecho de dictar pautas pedagógicas para temas sexuales (otra causa risible.
6. La Iglesia católica, dentro de su doctrina se basa en la Biblia (los libros). Ésta a su vez dividida en el antiguo y nuevo testamento. Precisamente con el nuevo testamento se introduce la figura del Cristo, el hijo de Dios (una trinidad para un credo monoteísta), quien viene a limpiar los pecados nuestros y dejarnos un mensaje. Uno muy importante; que dice: “amaos los unos a los otros, como a ti mismo”. Esta es una premisa para todo cristiano, en vista que son las palabras del mismo Cristo y su mandato para nosotros.
Y acá es donde nuevamente me cuestiono. ¿Adónde está ese amor que se debe profesar a terceros? Porque cuando se dice los unos a los otros, no veo contemplaciones individuales o salvedad alguna. Sencillamente el mandato reza: unos a otros.
La iglesia rechaza (alias repudia, hace menos, humilla) a los homosexuales. Es una institución homofóbica (pero que internamente alberga a muchos de ellos, a pedófilos, etc). Según la retórica católica, ser “gay” es una aberración, algo no natural, indigno de un ser humano. Y yo me pregunto: ¿no lo será más un ladrón, un violador, un asesino?
O bien: ¿dónde queda ese amor al prójimo cuando marginan a una persona divorciada o separada? ¿Es que por haber “fallado” ya es menos?
6. Es una institución machista, que en nada comulga con nuestra realidad. La figura femenina sigue siendo de menor preponderancia.
Eso si, se vale hacer salvedades. No toda persona inmersa en estas instituciones se ajusta al perfil. Siempre habrá grandes personas haciendo grandes cosas. Acá refiero solamente a generalidades.
Si se lee nuevamente mis líneas se notará que no pongo en tela de duda la existencia de un ser supremo (sea cual sea) sino solamente mi insatisfacción y tedio hacia estos conglomerados institucionales.